Yo cuál cordero al oír Y que se aparta del redil abatido por la terquedad y sin fuerzas para regresar Una llamada de auxilio ven te pido mi pastor oh ven Dios tómame que necesito tu perdón
Llama a mi puerta al renunciar cansado estoy de contestar Ven y calla el grito del fracaso en mí Lléname de fuerza, solo creo en ti
Tu gracia me sostiene es poder en mi debilidad tu amor Se mantiene y limpias mi rostro otra vez, otra vez